Aubrey-Maturin Wiki
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HMS Hermione
HMSHermione
Tipo Navío de línea de 6ª clase o fragata
Fecha de autorización 20 de marzo de 1780
Fecha de baja 9 de septiembre de 1782
Desplazamiento 725 Ton.
Eslora 39,31 m
Manga 10,80 m
Armamento cuarenta cañones

La HMS Hermione fue en la realidad una fragata británica de cuarenta cañones conocida por haber sufrido un motín y ser entragada a la Armada Español en manos de los disgustados marineros y posteriormente recuperada por la fragata HMS Surprise en 1799, antes de que Jack Aubrey sea su capitán en las novelas de Patrick O'Brian.

El motín[]

La fragata Hermione de cuarenta cañones al mando de Hugh Pigott, tenía órdenes de patrullar por el Canal de la Mona, entre las islas de La Española y Puerto Rico, punto vital para el trafico español en el Mar Caribe. El capitán Pigott era un hombre muy autoritario partidario de la disciplina impuesta por la fuerza y el castigo.

Llevaba siete meses al mando del buque y condujo a la tripulación a la desesperación, el momento culminanto ocurrió cuando los marineros estaban arrizando las velas y Pigott se quejó de que la maniobra se efectuaba muy lenta, por lo que amenazó con el castigo del azote.

Ante ello los marineros que se encontraban trabajando en las vergas, en los penoles se apresuraron hacia los obenques. El pánico se apoderó de ellos, haciendo que unos caigan sobre otros, tres hombres perdieron el pie y cayeron a cubierta, muriendo. Pigott ordenó arrojar sin ceremonia a los cadáveres al mar e indicó que a la mañana siguiente se azotaran a seis marineros. Hartos de repetidos abusos los marineron entonces se amotinaron. Mataron a puñaladas al capitán y después a casi todos los oficiales. Consumada la matanza, los marineros decidieron escapar (en los siguientes nueve años solo fueron capturados 24 de ellos) entregando la nave a las autoriodades españolas del puerto de La Guaira el 27 de septiembre de 1797. Los marineros dijeron al brigadier Mateo Pérez, gobernador de la plaza, que hartos del capitán Hugh Pigott, se amotinaron, dirigidos por el segundo piloto (abandonándolo posteriormente) y que en adelante deseaban servir como buenos súbditos al Rey de España, por lo cual le hacían entrega de la fragata.

La Hermione española[]

El 23 de diciembre de 1797 se decidió que la fragata quedara incorportada a la Real Armada de su Majestad Católica, empleándose como guardacostas en una zona muy castigada por los ingleses desde la conquista de la isla de Trinidad. En la Armada española, fue rebautizada como Santa Cecilia, en recuerdo de una fragata destruida. La Habana, donde se encontraba el mando de la Escuadra de Operaciones a cargo de Gabriel de Aristizábal, dio orden de que Ramón Echalaz fuera el nuevo capitán. Echalaz llevaba más de veinticinco años al servicio en la Armada, se había enfrentado a corsarios, había escapado de persecuciones en las Antillas, había participado en el asalto del puerto de Mahón en 1781 y en el bombardeo de Argel en 1784, en definitiva era un hombre forjado en la dura vida de la Armada española de la época de Carlos III. Tomó posesión de su nuevo mando en agosto de 1798. Echalaz quedó desolado: la fragata no estaba bien reparada, la oficialidad del buque era carente de empuje y entrega, y la tripulación era gente de leva forzosa y presidio.

La recuperación británica[]

La Hermione en manos españolas constituía una incómoda presencia para los británicos y además era un símbolo de un motín triunfante, algo que detestaba cualquier capitán británico. En septiembre de 1799, Sir Hyde Parker ordenó al capitán Edward Hamilton, comandante de la fragata de 28 cañones HMS Surprise, que capturara la fragata Hermione fondeada en Puerto Cabello. En la noche del 24 al 25 de octubre de 1799, seis botes y lanchas procedentes de la Surprise asaltaron la fragata. La sorpresa fue total para los españoles; los escasos soldados de guardia fueron fácilmente arrollados, el capitán Hamilton y sus hombres se apoderaron del alcázar del barco y cerraron las escotillas, dejando la tripulación -aún somnolienta- encerrada y limitándose a pegar tiros y sablazos a los encerrados. Eso explica que los españoles sufrieran 119 muertos y 57 heridos. Sin embargo, los ingleses no tuvieron una sola baja, únicamente 12 heridos, entre ellos el capitán Hamilton.

La Hermione fue rebautizada por los ingleses como Retaliation, y más tarde se le llamó Retribution. En 1805 sería desguazada.

Tergiversación histórica

El capitán Hamilton, al recuperar la Hermione, redactó su informe diciendo:Se abordó la fragata con seis botes y 98 hombres, teniendo como enemigo a 392 españoles. El relato se publicó en la Gaceta de Jamaica. Echalaz lo utilizó para su defensa. En él se encontraba una contradicción: Hamilton afirmaba haber utilizado seis lanchas, pero Echalaz aseguró que eran siete. La versión de Hamilton afirmaba que fue descubierto al entrar en la bahía por dos lanchas cañoneras españolas, y a continuación los ingleses rompieron la formación y abordaron a los españoles. Entre tanto Hamilton se dirigía con cuatro lanchas rumbo a la fragata (todo esto entre voz de alarma y cañonazos desde los 200 cañones de la fortaleza del puerto). Los tripulantes de la Hermione creyeron que el puerto era atacado y disparaban sus cañones a ciegas, sin darse cuenta de que los ingleses estaban ya en proa, trepando a cubierta y cortando amarras, produciéndose una lucha cuerpo a cuerpo.

Esta versión, denominada como falsa por Cesáreo Fernández Duro en su obra Armada Española, ha pervivido: "¡Menos de cien británicos bombardeados por doscientos cañones -el castillo de Puerto Cabello no tenía ni la décima parte- habían vencido, cuerpo a cuerpo a 400 españoles y a dos cañoneras!" Más tarde incluso se afirmó que la batalla fue de día y con sólo tres lanchas (unos 45 hombres)... Tal patraña hizo que el historiador Dudley Pope incluyera el rescate de la Hermione entre "las más bravas, mejor planificadas y más exitosas operaciones en la historia naval británica...".

Referencia[]

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